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Fluviario de Mora.

Río Guadiana

Fotografía en acuario de un joven ejemplar.

Fluviario de Mora.

En general muy poco visibles por sus hábitos bentónicos, cuando los peces rojos migran pueden rebasar aguas someras, y acumularse ante obstáculos.

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Las poblaciones salvajes incluyen individuos, cómo no, rojos. Estas variaciones son poco frecuentes pero recurrentes, y han sido utilizadas desde hace milenios para obtener las razas que se utilizan en estanques y acuarios.

Pez rojo intenta rebasar el azud de la Granadilla saltando.

Fluviaro de Mora.

Fluviaro de Mora.

Fluviaro de Mora.

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Río Guadiana

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Azud de la Pesquera.

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Este pez rojo intenta acertar, las más de las veces con poco éxito, con la entrada de la escala piscícola de margen izquierda del azud de la Granadilla.

En su afán por remontar el río, los peces rojos pueden quedar semi-varados en los rápidos someros.

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En su afán por migrar curso arriba, este pez rojo emerge ante una pequeña caída de agua ante el azud de la Pesquera, en el Guadiana medio en Badajoz.

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Migrando curso arriba en gran número, los peces rojos recorren rápidos tan someros que emergen, y continúan nadando de costado.

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Según años, los peces rojos pueden realizar migraciones en gran número. En este caso agolpándose por miles ante la margen derecha del azud de la Granadilla. No hacen uso de la escala si no es muy ocasionalmente.

En una imagen más cercana, se puede contemplar la enorme densidad que alcanzan ante el obstáculo.

Detalle del mismo momento y lugar.

Aunque de hábitos claramente bentónicos, los peces rojos pueden aprovechar el alimento que flota en superficie. En estos momentos pueden ser visto emergiendo parcialmente del agua.

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Aunque muy resistentes, en ocasiones los peces rojos no pueden soportar las duras condiciones estivales de pequeñas masas de agua, por lo que mueren y flotan en superficie.

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