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Los azudes crean saltos de agua bastante espectaculares, sobre todo si alcanzan una altura de varios metros. Es el caso del de la Granadilla en Badajoz, que tiene además como cuatro campos de fútbol de ancho, pues el río Guadiana se abre en varios cauces. También tienen un coste ambiental, aunque no siempre resulta evidente.

En la primavera, veloces sombras comienzan a arremeter contra el azud. Son peces migradores, que acaban de encontrar una barrera de altura considerable. Algunos saltan y son visibles, otros no tienen este comportamiento, pero también están llegando y permanecen bajo el agua.

Conforme transcurren los días, el número de peces que salta contra el azud se multiplica. Alcanzando miles de saltos por hora, y en los días que más, hasta decenas de miles. Las poblaciones piscícolas son grandes, como el propio azud.

Tal es el número de peces saltando que es posible incluir varios en una misma fotografía.

A diferencia de las anteriores, esta composición representa la suma no simultánea de varios saltos de distintas especies, barbos y carpines.

Quienes observan este espectáculo se preguntan si algunos peces rebasan el azud. ¿Puede que algunas especies? ¿Quizá los ejemplares más grandes?

Sin embargo, el hecho es que no. Ningún ejemplar de ninguna especie franquea el azud e la Granadilla saltando. La imagen, compuesta de cuatro fotografías a alta velocidad, ilustra la trayectoria de salto de un barbo cabecicorto hembra. Mostrando lo lejos que está de culminar con éxito.

Las trayectorias de salto atraviesan la cortina de agua para caer al mismo nivel que se iniciaron. Una y otra vez, los barbos saltan inútilmente para rebasar una barrera infranqueable a sus comportamientos naturales.

El diseño de azudes, e incluso de sus escalas piscícolas, puede no ser el más adecuado para facilitar el franqueo de peces. El perfil del azud de la Pesquera (Guadiana medio) interrumpe toda trayectoria de salto o natación, mientras que la entrada de la escala (al fondo) está alejada de la margen y del obstáculo. Por eso su "llamada" puede ser poco eficaz.

Los barbos aprovechan hasta el último instante en el agua, aunque tengan medio cuerpo fuera, para batir la cola con la máxima potencia. Alcanzar hábitats óptimos de freza es de la máxima importancia.

Barbos comizo saltan ante el perfil Creager bajo una compuerta del azud de la Granadilla. Este perfil está más allá de las capacidades de salto de estos peces. Aunque tampoco está diseñado para ellos. Los peces entran por la "llamada" de agua del desagüe y son detenidos en este lugar, en el que saltan infructuosamente.

Los peces no utilizarán una escala de diseño inadecuado, permaneciendo aguas abajo. Es el caso de la escala de margen izquierdo del azud de la Granadilla.

Decenas de miles de barbos de dos especies remontan el río Guadiana internacional hasta quedar "varados" ante el azud de la Granadilla. Las primeras escalas piscícolas instaladas no fueron eficientes, y aún persiste un obstáculo para muchos ejemplares, aunque otros sí parecen rebasarlo en la nueva escala.

Los barbos pueden frezar en rápidos aguas abajo de escalas que no utilizan por su diseño deficiente.

Sustrato de Freza

Sustrato de Freza

Este es el sustrato sobre el que frezan los barbos.

Freza obligada

Freza obligada

Cuando un obstáculo lo impide, y las escalas piscícolas son ineficientes, los peces se ven obligados a frezar en hábitats subóptimos, privados de otras opciones. Imagen compuesta de unas 30 fotografías de ocasiones de freza consecutivas de barbos (sacudidas en el agua y sombras oscuras, respectivamente). Tramo de la fotografía anterior situado ante el azud de la Granadilla (a la derecha) y junto a la escala de margen izquierda que apenas utilizan (abajo). Río Guadiana en Badajoz.

Carpas se acumulan ante el azud de la Granadilla, signo evidente de que se encuentran bloqueadas. Las carpas pueden remontar largas distancias en los ríos, o al menos lo hacían cuando no existían obstáculos.

Como los barbos, las carpas son ciprínidos que también saltan ante obstáculos cuando migran curso arriba. Como ellos, encuentran barreras que no pueden franquear.

Especies invasoras como el pez rojo también migran aguas arriba. Sus hábitos bentónicos los hacen poco visibles. Salvo cuando encuentran un obstáculo, ante el cual pueden acumularse por miles. Quizá sea una buena oportunidad para el control de sus poblaciones.

En esta espectacular imagen, miles de peces rojos se acumulan en la margen derecha del río Guadiana, consecuencia del obstáculo formado por el azud de la Granadilla. La escala piscícola, de ralentizadores planos, tiene un diseño inadecuado para esta especie invasora o cualquier otra especie migradora presente el el Guadiana.

El pez rojo, como los barbos, salta para rebasar obstáculos. Como ellos quedará obstaculizado si la altura del mismo rebasa sus posibilidades.

Peces rojos intentan entrar en la escala de margen izquierda del azud de la Granadilla, con escaso éxito. De movimientos bastante torpes, la mayor parte de las veces chocan con la estructura o son lavados aguas abajo. Los pocos ejemplares que aciertan con la entrada no consiguen remontar la escala.

Numerosos sábalos se acumulan ante el azud de la Granadilla, ignorando la muy poco eficiente escala de margen izquierda (estructura inferior).

Este badén sí es rebasado por sábalos en su remonte curso arriba. Encontrarán a continuación una barrera infranqueable, el molino de los Moscoso.

Sábalos intentan remontar el azud del molino de los Moscoso nadando, pues esta especie no salta. Sin embargo, su diseño está más allá de las posibilidades de esta especie. Apenas asoman fuera del agua para caer una y otra vez aguas abajo.

Ante el molino de los Moscoso, situado en un brazo del río Guadiana medio, numerosos sábalos se acumulan ante una barrera con un diseño infranqueable para esta y cualquier otra especie migradora.

En el mismo lugar que la fotografía anterior, la imagen muestra el gran número de sábalos que se acumula bajo el molino de los Moscoso.

El recientemente reconstruido azud de la Pesquera, en el Guadiana medio, también tiene un diseño infranqueable para los peces migradores. Las sombras inferiores son sábalos que intentan infructuosamente rebasarlo. Ignorando las nuevas y muy poco eficientes escalas también recién instaladas.

Los sábalos se acumulan en la margen izquierda del azud de la Granadillla, en el Guadiana medio. Han ignorado la escasa y mal situada llamada de la escala que se observa a la izquierda. Una situación lamentablemente frecuente.

Migrando curso arriba, estos sábalos se encuentran con el azud de la Granadilla, de altura infranqueable para una especie que por otro lado no salta.

El más evidente indicador de la fragmentación de poblaciones migradoras es la acumulación de ejemplares. Como estos sábalos aguas abajo del azud de la Granadilla, situado en el Guadiana medio.

Los intentos de remonte a través de la margen derecha del azud de la Granadilla, ignorando una escala de diseño inadecuado, culminan a veces con pequeñas mortandades repetidas ante la instalación. Se trata de la margen izquierda del azud de la Granadilla, en el Guadiana medio.

Una nueva escala tipo prebarrera trae nuevas esperanzas para los peces migradores del Guadiana medio. Como este sábalo que recorre su flanco izquierdo. Cierto número ha conseguido rebasarla, pero su eficiencia es aún desconocida. ¿Qué fracción de la población migradora consigue rebasarla?

¡ÉXITO!

¡ÉXITO!

Con el funcionamiento de la nueva escala instalada en el centro del azud de la Granadilla, un número de peces consigue remontarlo (arriba, a la derecha). ¿Qué fracción de las poblaciones migradoras la encuentra, remonta y rebasa con éxito? En cualquier caso es una buena noticia, aunque su eficiencia esté por determinar.

Una carpa intenta rebasar el azud de la Granadilla a través de la escala central, pero por el lugar equivocado. Desde los dos estanques superiores sí lo rebasan.

Barbos cabecicortos remontan la escala de margen izquierda del azud de la Pesquera.

Barbos comizos remontan la escala de margen izquierda del azud de la Pesquera.

¿ÉXITO?

¿ÉXITO?

Barbos merodean sobre el azud de la Granadilla, como tanteando el lugar, tras lo cual se lanzan de cabeza curso abajo (ver siguiente foto). Sería una ironía que tras remontar la escala de este azud fracasaran en el siguiente, de la Pesquera. Y que no encontrando hábitat rápido entre ambos, tuvieran que deshacer el camino aguas abajo para frezar.

¿ÉXITO?

¿ÉXITO?

Coincidiendo con los momentos de mayor remonte curso arriba, grupos de barbos merodean sobre el azud de la Granadilla en el río Guadiana. Y en lento pero continuo goteo, los individuos se lanzan curso abajo de cabeza. Ver comentarios a la foto anterior.

Sea como fuere, los rápidos bajo el azud de la Granadilla y sus tres escalas (la de margen izquierda en esta foto) son ocupados densamente por barbos que los utilizan para frezar (siguiente foto).

Barbos frezan ante la entrada de la escala de margen izquierda del azud de la Granadilla, río Guadiana.

Terminando el periodo reproductor, la mayoría de sábalos muere agotado. Siendo un proceso natural, su frecuente presencia ante un obstáculo es síntoma de bloqueo, y de poca eficiencia de sus escalas.

Una imagen muy ilustrativa. Sábalos bloqueados en el río Guadiana ante la margen derecha del azud de la Granadilla. También, delante de una escala de diseño inadecuado para esta o cualquier otra especie de esta cuenca.

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